Abril 2020: La Semana Santa que Acapulco nunca olvidará

11/04/2020 0 Por Verda de Dioj

Triste pero cierto… nunca antes en la historia de Acapulco se había visto una Semana Santa inexistente, un periodo que en cualquier otro año la ocupación hotelera se mantenía por arriba del 90 por ciento, con playas llenas, fila de vehículos sobre la Costera Miguel Alemán y trabajo para todos los prestadores de servicios turísticos.

Hoy no es así, la mejor temporada vacacional del año ha sido cancelada por una pandemia de la que nadie en el mundo ha podido controlar. No existe una vacuna, no existe ningún método para frenarla salvo que nadie salga de su casa y esto trae como consecuencia sepultar a la actividad turística por un periodo de tiempo incalculable.

No hay fecha oficial para el regreso a la vida cotidiana como de costumbre, las reglas continuan cambiando en medida de que la enfermedad se vaya propagando por todos los rincones del mundo.

Acapulco como muchos otros lugares de México ha sido severamente golpeado por esta pandemia. Más del 70 por ciento de los hoteles han cerrado sus puertas. Un hecho que nunca en la historia había sucedido, ni en los tiempos de las más crueles olas de violencia que sacudían al puerto, o de aquellos huracanes que devastaron a la ciudad en 1997 y 2013.

Acapulco se une a frenar la pandemia del Covid-19 sacrificando su única fuente de ingresos, el turismo. Con la esperanza de que todo termine pronto y el puerto vuelva a su estilo de vida cotidiano, el cual ya estaba en una crisis desde hace años.

¿Qué podemos ver del lado positivo?

Hoy las playas lucen más limpias que nunca, el entorno de nuestra bahía ha recuperado su belleza como nunca antes. Acapulco volverá para ofrecer las playas más espectaculares de México, las cuales ya son tendencia en redes sociales.

Hoy la sociedad acapulqueña muestra su lado humano y se une más que nunca para ayudar a quienes menos tienen. Asociaciones civiles, hoteles y restaurantes han puesto su granito de arena para ofrecer comida a quienes sufren por haber perdido su principal fuente de ingresos.