El misterioso mural hecho en 1955 que presagió el futuro de Acapulco
04/05/2020Vertebra de Tiburón brody… ahora sí nos quedamos con la boca abierta cuando nos enteramos de que todo lo que estamos viviendo actualmente y lo que hemos vivido en los últimos años con el declive de Acapulco fue presagiado desde 1955, incluso antes de que iniciara la época dorada del puerto.
Te preguntarás ¿cómo puede ser esto posible? pues te vamos a presentar una vieja pintura que muestra todos los males que ha vivido Acapulco en los últimos 20 años como la violencia, la pobreza, la corrupción de los políticos, los desastres naturales, las enfermedades causadas por los mosquitos como el Dengue, Zika y Chikungunya. Y hasta el Coronavirus.
También el hambre, el saqueo y la rapiña de nuestro Acapulco, así como el abandono.
La pintura fue realizada por Roberto Cueva del Río en 1955, tiempo en que Acapulco estaba en su apogeo turístico y era el destino vacacional preferido de personalidades del cine y de la política del ámbito nacional y mundial. Sin embargo, el artista, con un profundo sentido crítico, plasmó su visión de los peligros que acechaban al bello puerto y, de alguna manera, auguró los males que terminarían con sus días de esplendor.
Roberto Cueva del Río nació en Puebla en 1908. Fue discípulo de Ernesto García Cabral en los años de 1923 a 1926. Ingresó a la Academia de Bellas Artes en 1924, en donde fue alumno de German Gedovius, Juan de M. Pacheco, Sóstenes Ortega y Francisco Díaz de León. Montó su primera exposición en la ciudad de México en 1928 y otra más en Nueva York en 1932.
Entre sus pinturas murales están las realizadas en la embajada de México en Washington, hacia 1932, y las del Teatro Popular de Pátzcuaro, Michoacán, en 1936. En Guerrero, pintó otros murales en la Escuela Agropecuaria que estuvo en Chilpancingo en lo que hoy es Casa Guerrero, entre otras obras más.
Actualmente esta pintura se encuentra en el Museo Regional de Guerrero INAH. ¿Cómo ves brody? Tuvimos a un visionario del futuro hace casi 70 años.
Espero que al recuperarse Acapulco de ese golpe de la naturaleza, los mismos que encarecieron todo, se pongan a reflexionar y dejen ese orgullo, pongan precios accesibles a sus productos, al alcance de la mano de la gente pobre. Aquello sólo fue un aviso. En la siguiente ocasión, Acapulco puede desaparecer por completo.